martes, 17 de junio de 2008

Matías de Stefano, el niño índigo, nos cuenta lo que está a punto de volver a ocurrir

Según Matías de Stefano, el mismo cataclismo de la Atlántida, pero mucho más intenso ocurrirá en breve, a partir del 2012 en la Tierra por fuego, aire, tierra y agua, tal y como augura las profecías de los indios hopi de Arizona, aymaras de Bolivia o Mayas mexicanos.”El clima caótico actual -nos dice- es idéntico al de la Atlántida en los últimos cuatro años antes del Gran Cataclismo: sé que volverá a ocurrir los mismo”. Según mis cálculos estadísticos un gran maremoto en el Atlántico podría ocurrir en un próximo futuro, expertos del WHOI, mayor instituto oceánico del mundo, opinaron lo mismo, un día antes del Gran Maremoto de Sumatra del 2004. Su padrastro Gerardo, es ateo y muy escéptico y nos dice: “Yo no me creo nada de lo que dice Matías, me suena a chino, pero te digo una cosa, jamás miente, jamás le hemos oído una mentira. Una vez hubo un tornado en Venado Tuerto en Argentina , en el 99 cuando tenía 11 años, algo que nunca había ocurrido, Matías lo presintió , se puso muy nervioso nos avisó y nos reíamos,porque nunca había habido tornados allí. Acertó. Desde pequeño avisó a sus padres que iba a llegar un calentamiento y una era glacial. ” Matías nos ha enseñado hasta complejas gramáticas de sayónico, lenguaje de la Atlántida. No miente ni es un loco.
Estaba muy apegado a su bisabuela, cuando murió, su madre se lo dijo y él estaba muy tranquilo: “ya lo sé, contestó, lo he soñado”.
Por LUIS CARLOS CAMPOS

Últimos retoques para una invasión anunciada.

Bush se reúne con Brown en Londres para tratar sobre Irak e Irán.
Bush avala medidas británicas sobre Irán y Afganistán
El presidente estadounidense George W. Bush recibió el lunes con entusiasmo la decisión británica de redoblar las sanciones a Irán y enviar más soldados a Afganistán para contener el aumento de la violencia interna. Bush, a punto de concluir su última gira por Europa, y el primer ministro británico Gordon Brown abordaron en una rueda de prensa varios temas complicados de política exterior, sobre todo Irán, Irak y Afganistán. Bush desestimó las versiones de que tenía diferencias con Brown sobre Irak, donde Gran Bretaña ha reducido sus tropas. "(Brown) es un buen socio", dijo. Los dos mandatarios, debilitados por una baja aceptación popular, intercambiaron cumplidos y enfatizaron sus posiciones similares en otros problemas internacionales, como Zimbabue, Mianmar y Darfur, y sobre las negociaciones estancadas para un nuevo acuerdo de comercio global. El primer ministro anunció enseguida dos anuncios paralelos, que respaldan la posición de Bush. Brown dijo que Gran Bretaña intervendrá los activos del banco más grande de Irán, en otra disposición destinada a evitar que fabrique armas nucleares. También anunció que Londres despachará más soldados al sur de Afganistán, en una medida que lleva el compromiso británico a su nivel más alto. Respecto a Irán, Brown utilizó casi el mismo lenguaje que Bush para tratar de acentuar la presión mundial contra el gobierno de Teherán. Estados Unidos y otras naciones occidentales afirman que Irán está enriqueciendo uranio para elaborar armas atómicas. Teherán rechaza la acusación. "Repetiré que adoptaremos cualquier acción necesaria para que Irán sepa qué decisión debe tomar: comenzar a participar como un miembro pleno y respetado de la comunidad internacional o enfrentar un aislamiento mayor", dijo Brown y añadió que Londres estaba poniendo en marcha una nueva etapa en las sanciones sobre el petróleo y el gas. Gran Bretaña enviará unos 230 ingenieros, personal de logística y entrenadores militares a Afganistán, para aumentar a 8.000 los soldados británicos en el país. La mayoría están emplazada en la provincia sureña de Helmand. Sobre Irak, al no mostrar diferencias con Bush, el primer ministro dijo que ordenará el retiro de los 4.000 soldados que permanecen en Irak hasta que la misión esté cumplida. Bush insistió en defender su decisión de invadir Irak y afirmó que la historia juzgará cómo Estados Unidos libraba la guerra, sea con el traslado de más fuerzas si fuera necesario o con su eventual reubicación. Reiteró que está plenamente convencido de que el gobernante iraquí Saddam Hussein tenía que ser depuesto. "Absolutamente es necesario", dijo el presidente. En cuando a la amenaza reciente de Afganistán de enviar soldados a Pakistán para perseguir a los milicianos del Talibán, Bush se limitó a decir que "podemos ayudar" a tranquilizar la "molesta situación" entre ambos países. La última escala europea de Bush es Belfast, donde junto con Brown y el primer ministro irlandés Brian Cowen visitará a los líderes protestantes y católicos del gobierno compartido en Irlanda del Norte. Bush recorrerá también una escuela primaria de estudiantes católicos y protestantes.